Mucho tiempo ha pasado
desde que un día se me ocurriera la idea de hacer un blog. Ahora, llegado el
momento, me veo delante de la pantalla en blanco y no se me ocurre como
empezar. Vaya por delante, al menos, una declaración de intenciones que sirva
de presentación:
A
punto de cumplir los 60 y aunque me puedo considerar un privilegiado, pues
tengo familia y empleo, mi pensamiento se va, cada vez con más facilidad y
dados los tiempos que nos ha tocado correr, hacia la parte pesimista que todos,
en alguna medida y en algún momento, llevamos dentro.
Soy
consciente de que esto de escribir en un blog es algo parecido a mandar un
mensaje en una botella y tirarla al mar con la esperanza de que alguien la
encuentre.
Soy
persona de muy pocos amigos. No cultivo las relaciones sociales. Me encuentro
mal en ellas. Me canso enseguida. Me aburren. He llegado a ir a la consulta del
psiquiatra y la psicóloga por este motivo entre otros. Fue ella precisamente,
la psicóloga, la que me animó a que llevara a cabo esta tarea a raíz de una de
las consultas donde le comunique mi idea.
Pretendo
ir soltando lo que se me ocurra, en base a los acontecimientos de mi vida y de
mi entorno. Como el título indica, este blog se irá llenando con mis cosas: mis
pensamientos, mis ideas, mis amarguras, mis alegrías, mis desencantos, mis
imágenes, mis recetas, mis anhelos, mis sonidos, mis locuras, mis desvelos… en
fin, todo lo que realmente es mío. Algunas cosas materiales que pululan a mi alrededor, lejos de
poseerlas, a veces pienso que me poseen ellas a mí (como dijo Baltasar Gracián
en Oráculo Manual "señoréase
él de los objetos, no los objetos de él"), por lo que pasemos de incluirlas. Pero todo lo
demás… es curioso, todo lo intangible…me pertenece. No quisiera, no obstante, que se perdiera cuando deje de existir. De alguna forma pienso que esto seguirá vagando por el éter
cuando mi cerebro deje de funcionar. Algo parecido a escribir un libro, que era una de esas cosas
que se decía antes que había que hacer en la vida, pero más fácil. Este blog
será mi botella donde depositaré mis mensajes para quien lo encuentre y lo
quiera leer.
Nada
más. Si por suerte, error o azar fueran leídas estas líneas y al causante le picara
la curiosidad, ya dispone de un medio para relacionarse conmigo.
Un
saludo,
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