domingo, 17 de febrero de 2013

ESCLAVOS DEL DISEÑO


El diseño es algo que nos ha acompañado desde los albores del hombre.  Desde la simple creación del hacha que sirvió a nuestros antepasados para potenciar su fuerza frente a otros animales hasta nuestros días, el diseño ha ido ligado a la manifactura de objetos que nos han servido para mejorar nuestro nivel de vida y hacernos la vida más cómoda.
No obstante, lo que conocemos como una característica irrenunciable de los objetos a veces parece desviarse de su lógico objetivo y aparecen diseños que obedecen más a la moda que a la practicidad. Parece que cuando ya se tiene el objetivo cubierto de presentar algo con cierta utilidad y un diseño más o menos adecuado a su fin, aparecen variantes del mismo con objeto de dar un aire innovador al producto.
De todos es conocido que, cuando el producto en sí, no es susceptible de mejoras, o la imaginación no encuentra otras cualidades que añadirle, aparece al mercado con una cara distinta al objeto de seguir pareciendo igual de necesario pero con otra cara. Esto provoca que a lo largo de la historia hayamos sido testigos de diseños que han pasado desde minimalistas hasta extravagantes e incluso hasta insalubres.
Me viene la cabeza los cuellos de gola que durante los siglos XVI y XVII se usaban entre la gente pudiente; o los  vestidos del XVIII y XIX, con sus miriñaques, gracias a los cuales las señoras no eran capaces ni si quiera de sentarse. ¡Me imagino que estarían deseando llegar a casa para quitárselo!
Hoy en día, sin llegar a esos extremos, no hemos olvidado que el diseño en algunas ocasiones sigue martirizándonos. Aunque la ropa ha sufrido mucha transformación, aun podemos ver objetos tortuosos que los pies de muchas mujeres que, con el ánimo de parecer más esbeltas, se calzan unos zapatos que elevan su talón por encima de los 15 centímetros, poniendo en peligro la vida de su ocupante.
No solo en el vestir. Hay automóviles hoy que, si bien no dudo de su comodidad interior, aseguro que para intentar introducirse o salir de ellos es mejor que no te mire nadie. Los lavabos “de diseño” son también “de risa”, pues algunos dificultan al máximo la simple labor de lavarse las manos. Los sofás actuales son de todo menos cómodos; en su mayoría los hacen para exposición; cada vez cuesta más encontrar uno que esté hecho para que te sientas cómodo unas cuantas horas; eso sí, bonitos-bonitos de verdad. Hasta algo que se ha hecho tan necesario como el teléfono ha dejado de ser simplemente un teléfono para ser un todo-en-uno: lector, correo, juegos, internet, hilo musical, cámara de fotos, gps… ¡ah, y a veces, incluso teléfono!. Así que si SOLO quieres un teléfono... te jodes y bailas ¡haber nacido antes!. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar lo que te ha parecido el artículo. Es más, si por mí fuera (qué coño) lo haría obligatorio, ¡quiero saber que te ha parecido, si no, no mejoraré mi redacción ni sabré lo equivocado que estoy sobre el asunto ;)