Siempre he comido el salmón cocinado en sartén o a la
plancha con un poco de aceita y sal y poco más, pero de un tempo a esta parte,
me ha dado por hacerlo al horno por aquello de cambiar. La última vez que lo he
hecho me ha salido mejor que nunca, por lo que me atrevo a divulgar como lo
hice. No sé si estará publicada por ahí o no, pero yo lo hice a mi aire. Ahora
echo en falta haber tirado alguna foto, pero en ese momento no caí, así que
pongo una que he bajado de Internet; el caso es adornar el artículo.
Paso a contar:
Horno a 180 º arriba y abajo.
Hago una bandeja con papel aluminio para colocar dentro el
pescado y que el jugo no se salga y se desperdicie. Impregno de mantequilla el
lugar donde colocaré el salmón sobre su piel. Pongo el pescado y lo
salpimiento. Coloco encima unos trocitos de mantequilla y preparo la salsa:
1 cucharada de mostaza
3 cucharadas de nata líquida
½ cucharada de eneldo
Un chorro de manzanilla
El zumo de ½ limón
Lo bato bien, hecho parte por encima, pongo por encima otro
trozo de papel aluminio para evitar que se seque, y al horno. Con 12-13 minutos
basta; tiene que estar jugoso, sino pierde su encanto. El resto de la salsa la
hecho al servirlo.
¡Ummm. No me beso porque no llego!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar lo que te ha parecido el artículo. Es más, si por mí fuera (qué coño) lo haría obligatorio, ¡quiero saber que te ha parecido, si no, no mejoraré mi redacción ni sabré lo equivocado que estoy sobre el asunto ;)